domingo, 30 de agosto de 2009

La responsabilidad del psicoanálisis


Se trata de interrogar la responsabilidad en la práctica del psicoanálisis y los avatares de su clínica.

Max Weber diferencia la ética de la responsabilidad y la ética de la convicción.
Dice en “El Político y el Científico”, que ”la ética de la convicción es aquella que
sigue rigurosamente los propios principios absolutos, sin preocuparse por las consecuencias que tendrá la propia acción, refiriéndose a quién no se preocupa por los efectos de la propia acción porque tiende a seguir los principios puros de la moral.”
Viceversa.”… cuando se trata de la ética de la responsabilidad, el individuo tiene siempre presente las consecuencias de aquello que hará, los

efectos de la propia acción.” Agrega Weber, “… sólo esta segunda es una ética verdaderamente política; porque la ética de la convicción es una ética impolítica.” “… la ética del político debe ser siempre una ética responsable, es decir una ética que tiene en cuenta las consecuencias, los efectos de lo que se hace. ¿Y cuál es el problema? “, se pregunta Weber. “La ética de la responsabilidad, es la única ética que el político puede hacer propia, no siendo una ética absoluta, y es una ética que depende en forma exhaustiva de la práctica que la sustenta.”
Respecto de la referencia, responsabidad, ética y política quedan ligados. La
responsabilidad, se orienta por el hecho de poder introducir lo propio como acto, cuyo
efecto no es sin consecuencias.
La práctica analítica esta orientada por el acto analítico .La política del psicoanálisis, es la política del síntoma.

La responsabilidad es la posibilidad de responder.

Síntoma y acto confluyen en el dispositivo analítico como dos dimensiones producidas por el dicho. Operando más allá del lenguaje, no sin servirse de él, se trata
de la palabra.

Se trata del acceso a lo político.

Consideremos al síntoma como lo que identifica real, el acto como lo que se produce en lo real, y la angustia como la señal, de que esa identificación se ha producido.

Se trata con el síntoma de identificar real, y así hacer entrar real en cada paso recorrido.

El acto siempre es un acto nuevo, siempre y cuando, el lugar de producción es real, lo que posibilita construir una realidad , que siempre es otra ; he aquí la producción de un nuevo imaginario.

El síntoma introduce otro modo, posibilita disponer de cuerpo.

Respecto del sintoma se trata de servirse del padre, e ir más allá del padre.
Es decisión y respuesta.

El psicoanálisis se dirige a obstaculizar lo que se debe hacer, introduce una ética que
obstaculiza lo moral.

Si no se trata de lo moral hay posibilidad de entrada a la diversidad.
Entonces hay diferentes modos y usos.

Retomando la afirmación, que se trata de operar más allá del lenguaje, no sin el lenguaje, afirmemos con Haidegger, que “al habla se accede”.

Entonces responsabilidad.