lunes, 18 de octubre de 2010

Cuando la vida es valor de mercado

Hoy el mundo está sorprendido de estas 33 vidas que resurgieron de la muerte, 33 vidas que se creía habían quedado sepultadas en las entrañas de la muerte.

Durante estos días, los medios de comunicación, se volcaron a mostrar paso a paso, y en detalle, el rescate de estos valientes hombres, que padecieron las contingencias más siniestras, que se puedan pensar.
Parece hoy que además, estas vidas que protagonizan valores como , la solidaridad, el humanismo, los lazos sociales y el país como estado, también con su rescate, entran en el engranaje del mercado, transformándose, cada uno de ellos, en estrellas hollywoodenses, disputados por los medios televisivos , gráficos y radiales.

Hoy escuchaba en un reportaje a una mujer de uno de ellos que decía que era la amante de 10 años de aquel hombre, que durante 70 días estuvo enterrado en las tinieblas, y que hoy vuelve a ver la luz de esta mujer, y su mujer "legal" disputándose no se sabe bien qué; porque la vida rescatada, ahora es una vida disputada. Lo que podía leerse entre líneas de ese reportaje, era algo así como el derecho de la amante, sobre la Otra, en relación a beneficios económicos que se van a generar a partir de esta nueva vida después de la muerte.

Se me ocurre pensar la fetichización de la vida en tanto hoy estos 33 hombres quedan objetalizados por una multiplicidad de intereses que hacen distraer, del verdadero centro de la cuestión, que es la vida.

Las razones políticas de dicho rescate quedaran en cada lector, que se ha podido ver en estos días el protagonismo que ha tomado el presidente de Chile a partir de este acontecimiento, protagonismo que lo ubica en un hombre star a nivel internacional,

Nadie duda de la importancia de este hecho en un gobierno que recién asume el poder, para posicionarse en un lugar de prestigio, cómo así tampoco lo que de este hecho se puede desprender como política a futuro.

Judith Miller, la hija de Lacan, en un reportaje refería que es acción del psicoanálisis el dar vida a la vida; refiriéndose que se trata de que el sujeto, no quede atrapado en un goce que lo mortifica como un destino ineludible.

La vida de estos 33 mineros hoy está tomada por los medios y el mercado, que intenta globalizar una experiencia que lejos de ser puesta en palabras; marcará en cada uno de ellos, un real con el cual se tendrá que transitar para hace entrar vida, a partir de este acontecimiento, vida que en tanto una por una, no puede, ni debe ser manipulada por el estrago que los medios imponen hoy con el mercado y la globalización.

Néstor Medvuidenur

martes, 12 de octubre de 2010

El amor en los tiempos del cólera

Bajo este título de una divulgada novela de García Márquez, pensaba en las nuevas tramas amorosas que toman las personas en este mundo vertiginoso que hoy nos toca.




El llamado touch and go, "no quiero compromisos" o la internet como modo ha introducido un discurso en donde el "descompromiso", es el verdadero compromiso con la ruptura de los lazos sociales.
La distancia al otro, acortada abruptamente con los aparatos de la tecnología, permite un acercamiento virtual, bajo una distancia sideral.
Cómo es posible pensar que en la era de las telecomunicaciones, y la tecnología, al servicio de la comunicación, es tan común escuchar a las personas con un enorme sentimiento de soledad??

Lacan dice "es necesario el encuentro con el otro a partir del desencuentro estructural." Desencuentro que Lacán articulaba con la castración del Otro (con mayúscula) referido al lenguaje, a la cultura misma.
No es acaso esta locura por la cercanía, lo que estaría velando la posibilidad de un encuentro al otro?
Si este encuentro es siempre parcial, y lejos de la totalidad, entonces el sujeto se refugia en una soledad insoportable para evitar así, lo humano, esto es su propia falta, su ser de falta dirá Lacän.

El amor para los tiempos que corren, son solo las nostalgias de historias pasadas, lejanas cercanas a nuestros abuelos y muy distantes a nosotros mismos.

Los desnudamientos de los lazos sociales, la caída de los ideales, han hecho del amor una partida en desuso. Parece que el amor no es a la moda, y solo los cuerpos desprovistos de afectación, juegan la partida en una loca búsqueda navegando en el espacio de una computadora. Encuentro a pura perdida, un amor capturante en la imagen de una cámara que promete lo que no es, bajo el velo engañoso de que en esa imagen esta la promesa incumplida.
Lacán dice "el amor es dar lo que no se tiene a alguien que no es"...; frase enigmática y no fácil de acercarse a ella, pero que nos invita a bordear el tema del amor por el lado del don de aquello de lo dado.
El amor es la posibilidad de hacer entrar la diferencia, entonces como pensar en el amor en una cultura globalizante?

Si la globalización es la irrupción de lo homogéneo, el amor seria entonces la posibilidad de hacer entrar la diferencia, y entonces así rescatar la más singular del sujeto.

Lacán hablaba de un nuevo amor articulado esto al dispositivo del pase y al final de la experiencia analítica.
El nuevo amor seria la experiencia de aquel que pueda transitar de las ataduras fálicas del mercado a la disponibilidad de hacer lazo al otro.

DE los tiempos del cólera, al tiempo del análisis, de la pausa, de hacer entrar espacialidad.

Néstor Medvuidenur

lunes, 11 de octubre de 2010

Diet time

Sobre este título se me ocurrió compartir una experiencia compartida con los alumnos de un teórico que me toco dictar de la materia trastornos alimentarios, cátedra de la Facultad de psicología de la Universidad de Buenos Aires.







En la clase se trabajó sobre la propuesta psicoanalítica respecto del tratamiento del trastorno, pensando al trastorno como más allá de lo patológico, como aquello que, por estructura, no anda.
En este sentido los trastornos llamados alimentarios son trastornos que, tomando la oralidad y el alimento como modo, nos hablan de la subversión de la que el cuerpo puede ser víctima, por efecto de ser un cuerpo trastornado por efecto del lenguaje y del otro.
En la clase se intentaba pensar la anorexia y la bulimia como respondiendo a posiciones subjetivas y modalidades de goce, pudiendo ser pensadas como modos de goce, en donde la propia desaparición del cuerpo, la propia ausencia del cuerpo, juega una partida necesaria en términos de separación con el otro, que no ha podido entregar el don del amor, pudiendo solo quedar en términos de necesidad.

Respecto de lo que se estaba conversando en la clase una alumna comento una experiencia que me pareció esclarecedora , respecto del tratamiento que se hacen de los cuerpos , desligados de la subjetividad y sol, o tomados por un ideal impuesto , en términos de un imperativo que es , hay que estar flaco, cuanto más flaco mejor!.

Se trata de una institución donde un médico muy reconocido, hace entrar a sus pacientes a un régimen de calorías con un programa riguroso que somete a los cuerpos a controles y disciplinas muchas veces, lindantes con la locura.

En este circuito la alumna me comenta la intervención de una psicóloga de orientación cognitivista, donde la paciente que había logrado bajar los ansiados tres kilos, planteaba estar angustiada.
Sobre esto la psicóloga retomada por el ideal de la delgadez, le dice a su paciente, "que no tiene que estar angustiada que solo debe importar el haber bajado los tres kilos..."

Respecto de esta anécdota, que no deja de espantarme, pude reflexionar algunas cosas, sobre todas, la que hace que este tratamiento del cuerpo, separe a modo de exclusión la angustia. En este caso es interesante porque la paciente que logro el objetivo esperado, sin embargo planteaba sentirse angustiada, lo que puede verse en la escena es el tratamiento de la angustia pero como exclusión, es el afecto que no debe aparecer, porque lo que esta priorizado es el objetivo como logro , como logro del yo.

Ahora digo, es posible pensar un yo desprovisto de angustia, esto es desprovisto de la pulsión, del objeto, y de la repetición?.
Es posible pensar que el desorden alimentario es educable, cuando sabemos que los cuerpos están atravesados por la pulsión, y el goce?.
Entonces cómo pensar esta clínica mercantilista de los cuerpos , cómo pensar estos cuerpos tomados por un ideal, por un fanatismo fundamentalista que lleva a una pura mortificación permanente. NO es acaso la angustia lacaniana, la que Lacán tomó de Freud para articularla al único afecto que nos habla de la presencia de lo real?
Entonces cómo evitar dicho efecto, cómo despojar al cuerpo de ese afecto que lo hace humano? Es un cuerpo victimizado por las dietas, un cuerpo humano?.

Es tiempo de dieta, parece que es un tiempo sin tiempo, como en otros momentos escribí, estamos transitando el fin de la historia sin tiempo y sin lugar para el sujeto.
Cada desorden, cada trastorno, debe interrogarnos por el sujeto que sufre, y no por la reeducación que debe transitar, para lograr que el habito perdido se recupere.
No hay recuperación de lo perdido, sino que hay el tratamiento del trastorno, como tratamiento de goce, por la vía de la angustia, de la castración, y de la creencia en que hay sujeto.
Creencia que hace caer todo idealismo y religiosidad, porque hoy el mercado de los cuerpos, se ha vuelto un nuevo culto de la modernidad.
Cuerpos flacos, cuerpos musculados, cuerpos tratados por la ciencia, cuerpos sin sujeto, cuerpos sin semblante.

Diet time, all diet, porque todo es light, todo es una dieta un deber que debemos seguir, en un tiempo que desaloja todo el tiempo al sujeto.

Entonces transitemos el psicoanálisis como posibilidad de transitar el cuerpo, con la entrada de goce, con un sujeto que insiste, porque la pulsión no es educable.

Néstor Medvuidenur